jueves, 24 de septiembre de 2009

Austeridad de la Vida Pública

Hoy en día el principio de hacer política de los años anteriores al siglo veinte ha vuelto de nuevo. El partido político mayor en el país ha impuesto a sus ministerios y seguidores el principio de austeridad. Pero esta vez, la manera de debatir del tema me parece más tonto que serio.

Es sentido común que los líderes y personas en puestos de servicios públicos, específicamente de los países donde hay mucha pobreza, deben ser austeros. Esto significa que ellos no deben tener gastos de lujo ni gozar de facilidades de ese tipo. En otras palabras, ellos deben tener un estilo de vida sencillo sin ninguna extravagancia, lo que implicaría el no viajar en 1ª clase, no alojarse en hoteles lujosos ni parecer personas con muchos recursos. ‘El político tiene el deber de ser austero’ digo Rahul Gandhi, del partido Congreso, y puso su propio estilo de vida sencilla como ejemplo con expectativas de que los otros le seguirían. Y sí, le siguieron por supuesto pero no sin quejarse.

Cuando el líder ordena que los seguidores se comporten de una cierta manera, ellos normalmente no tienen otra salida sino seguir ese mandato. Al menos ellos tienen que parecer seguir la orden aunque no la creen en el principio, así que algunos de los políticos no son felices. No entiendo esta reticencia porque pensaba que es o debe ser una comprensión general que cuando usan recursos públicos, es mandatario que sean austeros. Y como toda regla, es posible tener unas excepciones para condiciones que no son normales; por ejemplo, cuando el político es un anciano, enfermo o hay alguna otra emergencia imprevista. También cuando los políticos están en puestos altos, quizás a veces es necesario que viajen trabajando y hagan cosas que no crean en los demás ningún inconveniente. Es algo que los políticos deben decidir tomando en consideración el contexto y las circunstancias.

La otra cara del debate es si está bien dejar la austeridad cuando un político usa sus propio recursos. Creo que está bien pero cuando uno elige ser político de un país con tanta pobreza, es imprescindible que tenga un sentido de equilibrio y solidaridad con sus seguidores y los súbditos generales.

La campaña usual de austeridad del dicho partido político no me parece que esté hecha con sinceridad. Al principio, cuando algunos de los ministerios se quejaron, el ministerio de Finanzas aclaró que la campaña duraría solo un año hasta que los efectos de la recesión económica bajaran. Si el político tiene el deber de ser austero, este deber debe ser válido para siempre. En segundo, hay votación en unos estados en el futuro cercano y la campaña me parece un truco político para acercar a la gente común con vistas a ganar la votación. Hace unos años, dicho partido quería reclamar su imagen de los años de la lucha de la independencia como un partido de/para la gente común. Pero sus esfuerzos no le dieron el resultado deseado.

La gente común ahora se siente molesta por la actuación de austeridad de los líderes altos. Rahul Gandhi viajó en el tren el otro día en clase normal para parecer una persona común como los otros. Para que él pudiera hacerlo, hubo una seguridad muy estricta por todas los partes donde él pasaba. Resultó que la gente común se encontró con muchos inconvenientes ya que no podía pasar por o usar las áreas alrededor de la estación de tren por razón de la seguridad. Unas personas no pudieron coger el tren porque no sabían de la alta seguridad; de ahí la idea en muchas personas de que los líderes deben dejar los transportes públicos para el público. El tren fue atacado por los que están descontentos con el partido y causó disturbios civiles poniendo a la gente común en peligro. El objeto de la campaña entonces fracasó en este caso.

Me acuerdo de una anécdota del período de la lucha de la independencia. Se dice cuando una periodista extranjera comentó con admiración de la vida sencilla de Mahatma Gandhi, Jawaharlal Nehru respondío, ‘cuesta al estado mucho dinero mantenerle en este estilo de la vida.’ ¿Cuál es la solución entonces? ¿Dejar el principio de austeridad totalmente? Creo que no. Lo que necesitamos es que los políticos generalmente entiendan y personifiquen el principio de la austeridad como un requisito previo de la vida pública. Con tal principio como guía, será fácil para ellos el decidir la aplicación del principio en su comportamiento público. Para el resto, si quieren de verdad ser austeros, deben aplicar un poco de sentido común. Por ejemplo, no es necesario que anuncie la prensa el itinerario de los líderes y su modos de viajar o lugares donde se van a alojar. Por otro lado, nadie debe ser intolerante y juzgar a los demás o a sí mismo con dureza cuando no se puede o quiere seguir lo mismo literalmente.

E intolerantes son las personas que se quejan del comentario del Ministro Estado de Asuntos Exteriores, Shashi Tharoor. Tharoor, un participante entusiasmado del Twitter, un sitio virtual de redes sociales, así contestó una pregunta refiriéndose la austeridad: ‘Absolutamente, viajo en la clase de ganado en solidaridad con todas las vacas sagradas.’ Al leerlo por primera vez, es evidentemente un comentario dicho con humor. Al leerlo la segunda vez, quizás hay un poco de insensibilidad dada las sensibilidades delicadas sobre las ‘vacas sagradas’ en nuestro país. Pero nada más. No hay nada tan grave en el comentario como para pedir su dimisión del puesto de Ministro. Es el problema grande – los delitos insoportables de los políticos como malversación de recursos públicos, participación en crímenes o disturbios civiles, intervención para impedir procesos judiciales etcétera, se olvidan y se perdonan mientras que algo tan insignificante como el comentario anterior provoca una polémica de dimensiones desproporcionadas.

Por el momento, Tharoor puede respirar aliviado. El Primer Ministro aceptó su explicación del humor del comentario. Por mucho que sea necesario que en el fondo los políticos sigan el principio de la austeridad, no puede ser el índice principal para medir el rendimiento de los funcionarios del Estado.